Una Familia Para Katy

“Pero ahora, así dice el Señor, tu Creador, Jacob, y el que te formó, Israel: No temas, porque yo te he redimido; Os he llamado por vuestro nombre; ¡eres mío!” 

- Isaías 43:1

Hay algo en la forma en que la pequeña Katy* dice “buenos días” que realmente parece prometerle a uno un buen día. “¡Buenos días!” dice en el tono más dulce mientras inclina la cabeza, saludando a todos los que encuentra. Cuando se le pregunta cómo se llama, nunca dice solo su nombre. En cambio, siempre dice su nombre y apellido, ¡para que todos sepan exactamente quién es ella!

Esta brillante y encantadora pequeña de tres años ha estado en Hogar Para Sus Niños desde que era una bebé. ¡Ha sido un placer verla crecer y ver desarrollarse su personalidad! Amable y nada tímida, le encanta compartir lo que piensa. Como la mayoría de los niños a esta edad, ella es activa y está llena de energía. Le encanta bailar, saltar en el trampolín y mirar los árboles mientras camina.

Gracias a tu apoyo, ella está recibiendo clases de estimulación temprana con su maestra, Nancy, todos los días de la semana. A través del juego y actividades interactivas, Nancy se enfoca en desarrollar sus habilidades sociales, cognitivas y de motricidad fina y gruesa. A Katy le encantan especialmente los  libros. Le gusta elegir un libro del estante y luego describir las imágenes.

Además de sus clases, Katy está recibiendo fisioterapia para ayudar a fortalecer su columna, ya que nació con una malformación en la misma. También usa un aparato ortopédico para ayudar a sostenerla y mejorar su postura. Afortunadamente, sin embargo, su condición leve no le impide realizar ningún tipo de actividad física. De hecho, está tan activa como siempre y parece estar siempre en movimiento.

¿Orarías para que esta dulce niña sea adoptada pronto por una familia para siempre? ¿Orarías para que ella sintiera el abrazo tangible de su Padre Celestial a través de los amorosos brazos de su familia que la apoyarán y sostendrán en cada etapa de su vida?

Tener una familia es vital para las necesidades emocionales y el desarrollo de cada niño, dándoles un sentido de pertenencia y ayudándolos a afirmar su identidad. A los tres años, Katy sabe quién es, pero oramos que su identidad se establezca aún más en una familia y, finalmente, se encuentre en Cristo.

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*El nombre de Katy ha sido cambiado para proteger su privacidad.